El BIO «Las Palmas» rescató hace 35 años a la tripulación del buque argentino «Ara Bahía Paraíso» tras encallar y naufragar en Bahía Palmer
Este domingo día 28 se cumplirán 35 años del rescate de la tripulación del buque argentino “ARA BAHÍA PARAÍSO” por parte del buque de Buque de Investigación Oceanográfica “Las Palmas” A-52.
En ese fatídico día el navío polar argentino, encalló y naufragó el 28 de enero de 1989. Con motivo de la operación de rescate la Armada argentina regaló una placa conmemorativa de la efemérides al “Las Palmas”, que aún permanece en su cubierta, además de condecorar al Comandante por el rescate de la totalidad de la dotación.
La metopa está ubicada en un mamparo de cubierta, exactamente en la amura de estribor, según relata el marino e investigador cartagenero Diego Quevedo.
El punto donde tuvo lugar el siniestro estaba localizado en Bahía Palmer, cerca de la base del mismo nombre. Es importante destacar y recordar que la dotación del “Las Palmas” se implicó de manera extraordinaria en el rescate, consiguiendo superar las pésimas condiciones meteorológicas y rescatar a la totalidad de la dotación argentino, proporcionándoles alojamiento y comida a bordo, logrando que no hubiese ni una sola víctima.
Historia
El ARA “Bahía Paraíso” B-1 fue un transporte y rompehielos de la Armada argentina que participó en diversas campañas antárticas de Argentina y funcionó como buque-hospital durante la guerra de las Malvinas.
Construido para la Armada argentina en los astilleros “Príncipe y Menghi SA”, de Dock Sud, provincia de Buenos Aires, fue botado el 3 de julio de 1980, entrando en operaciones el 12 de noviembre de 1981. El buque fue utilizado en la provisión de las bases antárticas argentinas.
Naufragio
Encalló y naufragó el 28 de enero de 1989, frente a la base “Palmer” de los Estados Unidos en la isla Anvers del archipiélago Palmer en la Antártida tras chocar con una roca cuando trasladaba a un grupo de turistas. La zona por la que navegaba el buque cuando naufragó poseía, según cartas náuticas en inglés, “dangerous ledges and pinnacles”, lo que indica el error de haber navegado en esas aguas. Como resultado del esfuerzo de su tripulación se limitó el derrame de combustibles.