“Mandar un barco por primera vez es el sueño de todo Oficial de la Armada”
Luis Felipe Bausá García. TN-Comandante del Patrullero «Toralla»
“Mandar un barco por primera vez es el sueño de todo Oficial de la Armada”
“Buques como el ‘Toralla’ permiten que los ciudadanos vean que la Armada es una institución accesible a todos”
Jerónimo Martínez
A bordo en Villajoyosa, 24 de julio 2023
P.-¿Desde cuando manda el Toralla”
R.-Desde el pasado día 13 de julio. En el empleo de Teniente de Navío es el primer momento en el que se puede mandar un barco. Uno se siente afortunado cuando la Armada te entrega un mando por primera vez. Para cualquier oficial de la Armada mandar un barco es un honor.
P.-¿Su nombramiento puede considerarse como proyección de futuro profesional?
R.-Obviamente sí. Si la Armada confía en uno en sus primeros pasos de la carrera puede interpretarse positivamente. No obstante, todos estamos muy preparados y cualquier compañero de mi promoción podría mandar este mismo buque de manera excepcional. Aquí lo importante es servir, y al que la Armada designe para el mando lo hará muy bien.
P.-¿Qué tiempo de duración tiene este mando?
R.-El mando de Teniente de Navío es de un año mientras que el resto de mandos es de dos años. El mando por un año de este barco se hace para favorecer que todos los años pueda haber oficiales jóvenes que puedan acceder a esa primera experiencia de ejercer un mando de la Armada.
P.-¿Cuánta dotación presta servicio en el “Toralla”y cómo se distribuye el trabajo?
R.-Somos 14, contando con el Comandante, que es el único Oficial. La dotación la forman dos suboficiales, dos cabos primeros, y nueve cabos y marineros.
El día a día en puerto es igual que un barco de más dotación. Todos tenemos nuestros destinos y nuestras áreas de responsabilidad pero, la principal diferencia con otros buques es que cuando salimos a la mar, no tenemos turnos o vigilancias, si no que estamos todos disponibles las diez o doce horas de navegación. Al haber un solo oficial, el Comandante no puede tener un ciclo de 24 horas de guardia. Es necesario adaptar las navegaciones para evitar el cansancio de la gente y para realizar otra misión que es tan importante como navegar, que es recalar en puertos secundarios, clubs náuticos y marinas en los que la presencia naval se materializa con buques como el “Toralla” y permite que los ciudadanos vean que la Armada es una institución accesible a todos.
Aquí, concretamente, en Villajoyosa, donde hemos recalado, estamos recibiendo muchas visitas. Esto es una alegría y motivación enormes para la dotación que disfruta enseñando el barco y sus capacidades. A continuación iremos a San Antonio de Ibiza y Porto Pi, en Palma de Mallorca. Se trata de estar presentes en los espacios de soberanía de la costa alicantina y balear.
P.-¿Se presentan muchas incidencias en este modelo de barcos?
R.-Los habituales. Cualquier unidad a flote tiene sus problemas. Por eso, pasamos ciclos exhaustivos de mantenimiento y cuando nos encontramos en puerto nos preparamos para navegar, hacer frente a las incidencias que puedan surgir y minimizar los riesgos para el personal y el buque. El mar y sus peligros son inherentes a nuestra profesión y no podemos hacer que desaparezcan pero sí podemos minimizar su impacto.
P.-Por último ¿cuál sería su deseo de mandar cuando llegue la ocasión?
R.-Creo que es sano ser ambicioso y querer progresar. Cuando abandone el mando seguiré preparándome en unidades de la Flota y espero optar a mandar más barcos.