Cartagena ha sido capital de la gastronomía española durante cuatro días y «hemos dado una imagen extraordinaria»

Tomás Martínez Pagán

Nuestra Trimilenaria se convirtió el pasado fin de semana en la capital gastronómica de España, empezando con la gala de los Soles Guía Repsol 2024 y, terminando con la grabación de un programa de MasterChef. Cuando se unen esfuerzos por un objetivo común, la energía que se consigue es extraordinaria y el resultado es altísimo. A las pruebas me remito de cómo nuestra ciudad ha tenido una repercusión enorme en todos los rincones del país, en más de 650
medios de comunicación.

Hay que destacar la apuesta de Repsol. Por una parte, el director del complejo de Cartagena, Antonio Mestre, propuso la Región para celebrarlo y Cartagena como sede del evento. Y por supuesto, el respaldo total del presidente Antonio
Brufau, que siente predilección por esta ciudad, dado que la familia de su esposa vivió en Cartagena mucho tiempo, y sin lugar a dudas por tener aquí la refinería estrella de la multinacional del petróleo.

En Cartagena pondrán en marcha la primera planta de biocombustibles avanzados de España, con una inversión de más de 200 millones de euros, lo que permitirá fabricar 250.000 toneladas de combustibles renovables al año que, a partir de residuos como el aceite de cocina usado, pueden usarse en coches, camiones, buques o aviones sin necesidad de modificar los motores actuales y consiguiendo evitar la emisión de 900.000 toneladas de CO2 al año.

Una apuesta conjunta Junto a la propuesta de Repsol, hay que destacar el apoyo de nuestra Comunidad Autónoma, implicándose desde el presidente Fernando López Miras, hasta la consejera Carmen María Conesa como responsable de Turismo, Cultura, Juventud y Deportes; así como, Juan Francisco Martínez, director general del Instituto de Turismo de la Región de Murcia (Itrem), y nuestra alcaldesa, Noelia Arroyo, con los concejales municipales de las distintas áreas relacionadas.

El inicio del evento contó con un aperitivo elaborado por nuestro dos Soles Repsol, Magoga, servido en el Foro Romano, donde los grandes chefs disfrutaron de exquisitas tapas. Entre otros muchos, estuvieron Martín Berasategui, Elena Arzak, Chicote, Joan Roca, Ángel León, Pedro Subijana, Ramón Freixa, Pepe Solla, Fina Puigdevall.

La gala de entrega convocó a más de 1.000 invitados de toda España para entregar los 98 Soles a otros tantos restaurantes y grandes cocineros, actuando como maestra de ceremonias la actriz y presentadora Silvia Abril. Fue la mayor fiesta de la gastronomía española y brilló con luz propia.

Cuatro restaurantes de nuestra Región también fueron galardonados: con dos Soles, Almo; y con uno, El Poli; Polea, y Por Herencia. Ya tenemos en la Región 23 restaurantes galardonados: 20 con un Sol, dos con dos Soles y uno con tres Soles. En total, son 764 los restaurantes que conforman el universo de Soles Guía Repsol, por todos los rincones de nuestro país.

Al finalizar la gala pudimos disfrutar en las terrazas del Batel de un primer menú vegetal, en relación directa con una gala que reivindicó la riqueza de la huerta de nuestra Región a través de un gran menú elaborado por el cocinero David López, de Local de Ensayo, con un Sol Guía Repsol. Los vegetales van ganando espacio en las cartas y empiezan a sustituir como producto principal a los platos conocidos como clásicos, reivindicando las posibilidades infinitas de alimentos humildes que con las técnicas y el buen hacer de estos grandes chefs, los convierten en manjares exquisitos
y singulares.

Disfrutamos de unas entradas a base de buen jamón ibérico al corte para pasar a una
degustación de sushi variado, un extraordinario tartar y sashimi de atún rojo que estuvieron elaborando en directo la ‘sushiwoman’ Leticia Navarro y Nicolás Calvo, quienes trabajan el atún de auténtico lujo, acompañado de un cava de Pedro Martínez, De Nariz, elaborado con la variedad de uva Monastrell, procedente de viñedos mediterráneos, producido dentro de la DO Cava, con una personalidad propia, sin licor de expedición y un mínimo de azúcar residual natural; esto es el Zero Dosage.

El primer menú vegetal estuvo formado por mini marinera vegetal con pimientos asados y queso de cabra murciano-granadina. Después, tartar de tomate raf a modo de steak sobre merengue aquafaba-remolacha con hoja de queso y bombo de zarangollo.

También mini tortilla melosa de patata de la variedad spunta con cebolla tierna y tarifa de La Sagra. Hubo croqueta de tomate escabechado y cremoso de trompette negra, estofado de setas silvestres y cultivadas, salsa ahumada de mantequilla de cabra murciana-granadina, yema cuajada y col kale picante. A continuación, ravioli de morcilla vegana con vinagreta de lenteja caviar; vasito de olla gitana y pera jumillana pasificada; alcachofa baby cocinada; cremoso de queso Ruperto y trufa de La Sagra y chupito de guisantes negret del Campo de Cartagena, menta y licuado de sus vainas.

El rico y extenso menú incluía berenjena quemada, ceniza de su piel, caldo de reishi y miso, ajo negro y cristal de especias; y guiso de gurullos con boletus, calabaza totanera a la brasa y aire de queso Roano curado.

Para terminar, un arroz de Calasparra meloso con caldo de raíces ahumadas, crucíferas y alioli de vinagrillos. El punto dulce también vegetal: apio-kéfir y remolacha de entrada, para terminar con unas mini milhojas de merengue de limón murciano. Unos asiáticos de Café-Lab hicieron disfrutar a chefs e invitados de una cena espectacular.

Escenario televisivo

Como no hay una sin dos, nuestra ciudad recibió el programa de MasterChef, que grabó en el Teatro Romano y en el Restaurante Cuarentaytrés, el nuevo espacio gastronómico de Licor 43 en el Muelle de Alfonso XII.

En la grabación de esta prueba de exteriores por equipos para el programa nueve de la edición número doce del programa televisivo, estuvieron invitados todos los chefs galardonados en la noche anterior.

En esta ocasión, disfrutamos de una comida extraordinaria elaborada por los concursantes y comentada por reputados maestros, con los que compartimos aperitivo y tertulia antes de sentarnos a la mesa, donde participaron autoridades regionales y locales. Acompañada de un buen cava MasterChef, y bajo la batuta de Samantha VallejoNágera, empezamos a degustar guisantes y su flor con butifarra negra, tocino caracoles y menta. Continuamos con royal de cebolla, migas de pan y regaliz. Pasamos a un pato con peras y chantilly, cocinado como un tatín. El postre fue una flor de miel y requesón con nueces y ratafía, que estaba soberbio.

Los comentarios de Jordi Cruz y Pepe Rodríguez, los otros dos presentadores del programa, y las cámaras grabando con todo el equipo de técnicos coordinando en los extraordinarios salones de tan selecto local, nos hicieron disfrutar de algo único y singular, que veremos en mayo en televisión.

Cartagena ha sido capital de la gastronomía española durante cuatro días y hemos dado
una imagen extraordinaria que ojalá se repita cada año.

Termino con una buena reflexión: «Con el tiempo todo pasa.

He visto, con algo de paciencia, a lo inolvidable volverse olvido, y a lo imprescindible
sobrar».

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