«Es un honor y privilegio realizar este acto en Águilas, una localidad con una tradición marinera tan arraigada para estrechar lazos y más aquí, en este entorno marinero, en esta explanada del Auditorio, que con tanto esmero se ha preparado para la ocasión»

Vicealmirante Pedro L. de la Puente: «La Armada es una institución cohesionada, con arraigados valores, comprometida con la sociedad española, a la que sirve»

El Almirante-Jefe del Arsenal de Cartagena, VA Pedro Luis de la Puente García-Ganges presidió el pasado sábado en Águilas la ceremonia de jura de Bandera para personal civil. Como es habitual en estos casos, la máxima autoridad militar intervino ante los jurandos y asistentes para calificar de “honor y privilegio” hacerlo en Águilas, una localidad “con una tradición marinera tan arraigada como es Águilas para estrechar lazos con este pueblo, y más aquí, en este entorno marinero, en esta explanada del Auditorio, que con tanto esmero se ha preparado para la ocasión”.

El VA De la Puente recordó que la Armada “es una institución cohesionada, con arraigados valores, comprometida con la sociedad española, a la que sirve. Comprometida con España, que es un país eminentemente marítimo, con tres cuartas partes del perímetro del territorio español en el litoral y con un gran porcentaje de su población y actividad económica asentada en sus costas”. Y por ello, añadió, “para proteger a España, para proteger a los españoles y sus intereses, es esencial defender y proteger las actividades que se desarrolla en la mar, pues tienen una enorme importancia en el tejido industrial, económico y social español”.

Y para ello, continuó, “la Armada trabaja sin descanso para ser decisiva y relevante”, para garantizar, en y desde la mar, la defensa de España, la seguridad y bienestar de los españoles y la protección de los legítimos intereses de la Nación Española, “allá donde sea necesario”, aseguró.

“Y, no nos engañemos”, prosiguió: ese “allá donde sea necesario”, puede estar en la otra punta del mundo, de un mundo ya globalizado: la piratería en el Índico, la inseguridad en el Golfo de Guinea, la inestabilidad política allá donde se produzca, las actividades de pesca ilegal, la obtención de recursos ajenos, la comisión de delitos en la mar relacionados con el tráfico de personas, de drogas, de armas afectan de forma directa a la seguridad y libertad de navegación de los mares, al comercio marítimo del que España es tan dependiente; no debe sorprendernos que las mayor parte de nuestras importaciones y exportaciones, desde hasta cualquier parte del mundo, lo son por mar. En definitiva, lo que ocurre en la mar afecta a la vida diaria de los que están en tierra, sean conscientes o no de lo que se ventila en la mar en cualquier parte del mundo”.

“Y eso”, decía el VA De la Puente, ocurre por una sencilla razón: la primera globalización tuvo lugar hace quizás millones de años. “La realidad es que el mundo está totalmente comunicado por la mar, algo que demostró por primera vez un marino español, Juan Sebastián de Elcano, cuando ya hace más de 500 años llegó a España al mando de la Nao ‘Victoria’, tras completar la Primera Vuelta al mundo. Una gesta única, junto con el previo Descubrimiento de América, de la que todos los españoles debemos de sentirnos realmente orgullosos; como en muchas cosas fuimos los primeros y debemos aspirar a seguir siéndolo”.

Como es habitual en estas ceremonias el VA De la Puente se dirigió a los jurandos para expresar quela prestación del juramento ante la Bandera de España constituye “una señal de afianzamiento de los lazos de unión entré las Fuerzas Armadas y la Sociedad. Esa muestra permite que los españoles, sin vincularse a las Fuerzas Armadas de forma profesional, puedan manifestar su compromiso con la defensa de España. Defensa que no es cuestión sólo de los que visten uniforme; llegada la hora nos puede tocar a TODOS arrimar el hombro”.

Después, la autoridad militar aludió a la ceremonia como “un acto sencillo, como todos los que se llevan a cabo por las unidades de las Fuerzas Armadas, y la Armada en particular, pero el acto de Juramento a la Bandera por sencillo no deja de ser un acto solemne, y espero que emotivo para todos los que lo presencian y participan, y cargado de un significado que se refleja en cada uno de los distintos momentos de esta ceremonia. También, como es tradicional se dirigió a los jurandos para recordarles el significado del acto que supone besar la Bandera, afirmando que “trasciende más allá de vuestro juramento o promesa pública, trasciende a lo personal, a lo más íntimo de cada uno de vosotros… a vuestra actitud y espíritu de Servicio a España cualquiera que sea vuestra actividad, vuestra rutina diaria”, expresó De la Puente, quien a continuación manifestó que la solemnidad de este acto “es obligada” porque con vuestro juramento habéis ejercido “material y públicamente” un derecho, pero también habéis dado un paso adelante, también públicamente, en el nivel de exigencia de un deber: el de defender a España “a costa de vuestra vida”. Y por eso, se trata de un acto emotivo”.

JURANDOS: “En pocos actos como este de vuestro juramento o promesa se puede ofrecer tanto. Va mucho más allá de una afirmación personal. Hoy mostráis, de forma sencilla pero solemne, la certificación pública de un compromiso moral por el que no vais a recibir ninguna recompensa más allá de la satisfacción y sentido orgullo de vuestra manifestación en público.

Pero también es una recompensa que os acompañará toda vuestra vida y que engrandece a la España a la que habéis jurado amor, incluso con vuestra vida, una España que se siente orgullosa de su pasado y que, gracias a vosotros, ve con esperanza su futuro.

La alocución del representante institucional de la Armada concluía citando a la Virgen del Carmen, Patrona de la Armada y de las muchas gentes de mar de este pueblo. “La Estrella de los Mares, a la que los marinos nos encomendamos, y a la que no pocas veces hemos rogando su protección, pues son numerosas las ocasiones en las que la adversidad aparece en ese entorno tan inmenso como hostil que es la mar. Os encomiendo con una oración que siempre está en mis labios tanto en la mar como en tierra:

¡Ay Piadosa Virgen bella!

¡Qué fuera de mí sin Vos!

¡Por dónde llegar a Dios

por tal mar sin tal estrella!

Por todo ello, en nombre del Almirante Jefe de Estado Mayor de la Armada, “os reitero mi agradecimiento por vuestra generosidad al expresar públicamente vuestra fidelidad al país que llevamos en lo más profundo de nuestro corazón. Vuestro gesto, os lo aseguro, me conmueve” para finalmente expresar en voz alta la lealtad a España y al primer marino de España con las invocaciones de ¡¡Viva España!! y ¡¡Viva el Rey!!

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