Por qué Occidente no cree en la guerra
Roly Walker [i].
Occidente carece de la capacidad para enfrentarse a la amenaza del Sur Global en una guerra convencional porque no dispone de los efectivos ni de los medios necesarios. Su población —escasa y envejecida— no sabe ni quiere luchar y su industria es incapaz de producir el material bélico que demandaría el conflicto.
La causa profunda es que el hombre moderno es nihilista, por lo que no considera a la sociedad como una comunidad regida por un propósito común, sino como un compuesto de individuos aislados que sólo buscan su propia gratificación.
Capacidades de las autocracias
La interdependencia entre Rusia, China, Irán y Corea del Norte está aumentando. Las autocracias disponen de sociedades, cohesionadas por la coerción, que aportan efectivos dispuestos a morir y una industria de guerra con mano de obra activada 24 horas diarias.
China está superando a Estados Unidos en la capacidad de combate y en la producción de defensa. Dado el problema demográfico que tendrá en el futuro, es probable que intente invadir Taiwán esta década con el millón de soldados disponibles, lo que contrasta con la capacidad estadounidense; Keating señala que si Estados Unidos tuviese que defender la isla «sólo podría reclutar la mitad de los 100.000 soldados necesarios» [ii].
Rusia libra una guerra de desgaste contra Ucrania —un país que ha asombrado al mundo por su resiliencia social— y ha mostrado su capacidad para poner a la población en pie de guerra; Todd dice que, al comienzo de la invasión de Ucrania, «Rusia y Bielorrusia, con sólo el 3,3 % del PIB de Occidente, producían más armas que todo el mundo libre, lo que cuestiona las nociones dominantes del neoliberalismo» [iii]. Rusia está produciendo actualmente —a un costo menor— más proyectiles de artillería que Estados Unidos y Europa juntos; Kasapoğlu precisa que el Kremlim «puede estar fabricando cerca de 4,5 millones al año» [iv].
Hasta marzo del presente año, Corea del Norte —una dictadura empobrecida con una población de sólo 25 millones de habitantes— envió más de un millón de proyectiles a Rusia, mientras, en el mismo período, la Unión Europea —un gigante económico poblado con casi 500 millones— sólo logró remitir a Ucrania la mitad.
Carencias de Occidente
Problema de efectivos y de moral de combate
Los ejércitos occidentales no están preparados para librar guerras de desgaste como la de Ucrania —en donde los dos contendientes tienen la moral de combate eslava— porque sus sociedades no saben ni quieren luchar.
Los ejércitos europeos están en peor situación, por lo que Rehka enfatiza que «si no hacemos nada ante la falta de efectivos, no seremos capaces de disuadir a ningún enemigo potencial» [viii].
La industria de defensa no responde a las necesidades
Occidente tiene una industria de defensa construida para tiempos de paz. Los simulacros de guerra han mostrado que el Reino Unido agotaría su arsenal en poco más de una semana y Alemania se quedaría sin municiones en pocos días; Rasmussen precisa que «aunque el poder económico e industrial de los países de la Alianza eclipsan al de Rusia y sus aliados, nos estamos dejando superar en la producción de guerra» [ix].
Causas de las carencias
La razón principal es que la democracia liberal no cree en la guerra debido al nihilismo y al posmodernismo.
El nihilismo
Surge como resultado de la desconfianza en la tradición, lo que lleva a no creer en nada y a renunciar a interpretaciones previamente aceptadas sobre la existencia humana y la moral; sin embargo, «la muerte de Dios por Nietzsche», señala Afriyie, «implicaba para Dostoievski que todo era permisible, lo que llevaba a la anarquía» [xi].
El nihilismo ha permeado el pensamiento occidental desde la Ilustración y se ha vuelto esencial en la cultura actual. Después de las dos guerras mundiales, los valores más elevados, ligados a la historia, perdieron su vitalidad y el existencialismo se convirtió en una ideología generalizada.
El posmodernismo: la teoría de la paz democrática
El posmodernismo, como culto predominante al individualismo y a la falta de compromiso social, extendió aún más el significado del nihilismo: todo era permisible en una contracultura que aceleró la descomposición social, sin ofrecer tras la destrucción ninguna solución viable.
En la misma línea, Mousseau señala que «el mundo se encuentra en el final de una trayectoria hacia la paz y la prosperidad permanentes» [xv] y Goldstein sostiene que «el declive de la guerra llega por la expansión de las economías de mercado y los acuerdos internacionales que la impiden» [xvi]. También está extendida la idea de que la tecnología militar imposibilita la guerra; Bloch dice que «en el futuro, la letalidad de las armas nos impedirá luchar» [xvii].
En suma, ya no es necesario mantener las fuerzas armadas tradicionales para mantener la seguridad, porque existen las condiciones y las instituciones para centrarse en la interdependencia y en los derechos humanos.
Consecuencias
Debilidad occidental
En consecuencia, la generación occidental posterior a la Guerra Fría creció en la creencia de que la paz era un derecho adquirido y no era necesario preocuparse por la seguridad, por lo que la ciudadanía actual es incapaz de cumplir con el deber cívico más fundamental: defender a su país. La decadencia del Estado nación —comunidad de tradiciones y sentimientos de la población— impide a Occidente enfrentarse a una guerra convencional porque la posmodernidad ha dado la espalda al drama íntimo del alma humana en la confusión del combate.
Esta incapacidad lleva a plantear soluciones escapistas basadas en el predominio de la tecnología y la digitalización; Carter dice que el Reino Unido podría algún día «tener un ejército de 120.000 efectivos, de los cuales 30.000 podrían ser robots» [xix], aspecto en el que profundiza Walker: «Con drones e inteligencia artificial, el ejército británico duplicará la capacidad de combate en tres años y la triplicará para el final de la década» [xx].
Fuerza del comunitarismo en el Sur Global
Al contrario, la mayoría de los países del Sur Global consideran la seguridad en términos de integridad territorial y sus sociedades mantienen los «viejos valores» estatocéntricos que les permiten desarrollar una disuasión más efectiva. Este modelo está desplazando la política impuesta por Occidente tras la Guerra Fría.
Conclusiones
El modelo actual de defensa no funciona, lo que constituye un riesgo crítico para la seguridad de Occidente. El posmodernismo ha de dar paso a un nuevo «contrato social» en donde la teoría de la paz democrática sea sustituida por una doctrina más realista y transparente que se atreva a informar verazmente a la ciudadanía de los peligros que afectan a la seguridad de todos, sopesando los riesgos y los costos tanto de la acción como de la inacción. Nos va en ello la democracia.
i] WALKER, Roly. «Army chief says UK must double its lethality or be prepared for war». The Guardian, 23 Jul 2024. https://www.theguardian.com/
ii[] KEATING, Joshua. «The world is running out of soldiers», Vox, Jun 18, 2024. https://www.vox.com/world-
iii[] TODD, Emmanuel. La derrota de Occidente, Ediciones Akal, mayo 2024.
iv[] KASAPOĞLU, Can. «NATO Is Not Ready for War», Hudson Institute, Jun 28 2024. https://www.hudson.org/
v[] KAHN, Michael «Eastern Europe’s armies struggle to enlist young people with war not far away». Reuters, August 9 2024.
https://www.reuters.com/world/
vi[] FUKUYAMA, Francis. El fin de la historia y el último hombre. Barcelona, Planeta 1992.
vii[] ESPER, Mark. «Long, slow decline of the US military’s all-volunteer force puts America in danger», Fox News, September 19 2022. https://www.foxnews.com/
viii[] Citado en KAHN, Michael. Op. Cit.
ix[] Citado en KUPER, Stephen. «Red Alert! Concerns grow over Europe’s dramatic military weakness», Defence Conect, 12 December 2023. https://www.defenceconnect.
x[] KASAPOĞLU, Can. Op. Cit.
xi[] AFRIYIE Anobel. «A History of Nihilism as a Reflection on Western Values since the 19th Century», Youngstown State University, August 2024. https://etd.ohiolink.edu/
xii[] BROWN, Wendy. Nihilistic Times Thinking with Max Weber, Belknap Press, 2023.
xiii[] FUKUYAMA, Francis. Op. Cit.
xiv[] RUMMEL, R.J.. Power Kills Democracy as a Method of Nonviolence, Routledge, 2002.
xv[] MOUSSEAU, Michael. «The End of War. How a Robust Marketplace and Liberal Hegemony Are Leading to Perpetual World Peace», International Security July 2019, https://www.researchgate.net/
xvi[] GOLDSTEIN, Joshua. «The decline of armed conflict worldwide«, International Journal on World Peace, June 2013. https://www.jstor.org/stable/
xvii[] Citado en FAZAL, Tanisha y POAST, Paul. «War Is Not Over. What the Optimists Get Wrong About Conflict», Foreign Affaires, November/December 2019. https://www.foreignaffairs.
xviii[] BELL, Daniel. Las contradicciones culturales del capitalismo,Alianza Editorial, Madrid 1975.
xix[] KEATING, Josua. Op. Cit.
xx[] Citado en SABBAGH, Dan. «Army chief says UK must double its lethality or be prepared for
war in 2027″, The Guardian, Tue 23 Jul 2024. https://www.theguardian.com/